martes, 22 de mayo de 2012

Mi vida es un continuo despertar... Siempre estoy esperando que pasa algo, bueno o malo, da igual, estoy esperando... Siento este momento tan dulce de sueño cuando todavía estas atrapada en los cobijos de la imaginación pero ya sabes que tienes que despertar y ya sabes lo que es real y lo que no, a veces creo que ya, ya me he despertado, pero no, todavía no, estoy al borde, en el mismo filo. Y en realidad, me gusta, me gusta esa sensación de incertidumbre y no estoy segura que quiero despertar.

No siempre me encuentro a mi misma... a veces creo que mis sentimientos están congelados... Esta claro: la rutina me mata... si siento que empiezo perder esa sensación de nerviosismo por vivir un día más, siento que estoy muriendo. Me asusta pensar que ya me he despertado y ya no puedo volver a sentir...

La salvación llega con la voz de mi hijo contando algo gracioso o con la niña  de repente diciendo por primera vez :"Mama", les miro y todo vuelve... vuelvo a sentir que todavía no me he despertado, que todavía me esta esperando algo grande, lo más importante...ver a crecer a mis hijos, porque son mi sueño, sueño hecho la realidad, son los que me mantienen en el borde de este maravilloso abismo que es la vida y son mi escapada a la felicidad.

Son mi despertar.